AY DEL AMOR - Ivette Cepeda


Todas mis ilusiones andaban de fiesta
cuando llegó a mi puerta queriendo encontrar un nido.
No trajo nada consigo, sólo el pesar y la vida
que le encendía la piel, pues del amor, no sabía.

Como el andar solitario no es cosa de broma
me acostumbré a su aroma, así, como si nada,
y en la primera alborada, que del silencio salvamos,
entre el deseo y el miedo de no caer, nos amamos.

Ay, del amor que, cargado de sed,
vuela, se posa y se marcha otra vez.
Ay de los sueños que van a morir en el mar.
Ay de mí, ay, que ha pasado el amor
y no vuelve a pasar, ay de mí, nunca más

Y así empezó la historia, mientras corría marzo.
Me dormía en sus brazos al viento vespertino.
Ya dueño de mi camino, de mi esperanza y mi verso,
se fue incubando el presagio que hace al amor rutinario.

Y una de tantas mañanas se nos heló en la cama
el amor como muerto, apareció desierto
en medio del recuerdo que se quedaba tendido
y que quisimos salvar pero ya estaba perdido.

Ay, del amor, que cargado de sed,
vuela, se posa y se marcha otra vez.
Ay de los sueños que van a morir en el mar.
Ay de mí, ay, que ha pasado el amor
y no vuelve a pasar, ay de mí, nunca más.


Compositor: Mike Pourcel

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